
ALERTA DE SPOILER
La locura de la primicia, el juego entre bastidores con los candidatos, los presos familiares, el poder. Todo choca en «América Decide», el esperado episodio de SUCESIÓN que tiene lugar durante las elecciones presidenciales de los Estados Unidos. En medio del caos informativo, los hermanos Roy labran su territorio y su apoyo hasta que logran -por una serie de caminos misteriosos- anunciar la victoria de Jeryd Mencken, un candidato republicano de aspecto bastante fascista, a la presidencia. Pero para llegar allí, muchas cosas tendrán que suceder. Y todo en tan solo unas horas.
Sin rodeos, lo que han hecho aquí los creadores de la serie es recrear, con alguna variación, muchos de los hechos que se desarrollaron en las últimas elecciones en Estados Unidos. Solo al revés. Un poco de contexto podría ayudar. Allí, Fox News (el medio más vinculado políticamente a Donald Trump y del que se inspira ATN) fue el primero en anunciar que los demócratas habían ganado las elecciones, lo que sucedió después y generó el enfado de los republicanos, junto con una serie de caóticas los eventos que siguieron los llevaron a despedir a sus mejores conductores y perder cientos de millones de dólares en juicios. Todo apunta a que ATN sigue un camino similar de caos generalizado, aunque también es cierto que Fox News sigue tan fuerte y operativa como antes de todos los escándalos.

El marco político existe en contrapunto a las vidas de los tres hermanos Roy. De hecho, SUCESIÓN Poco o nada ha mostrado a los candidatos en los últimos años para hacernos odiar o simpatizar. Sabemos que Mencken es un tipo complicado del lugar de Trump (o, más aún, Bolsonaro), pero no mucho más. Lo que le importa al espectador es cómo su ascenso al poder cambia las piezas del juego del legado familiar. Y hoy el que parece estar ganando es Román, que desde un inicio se puso detrás de él, lo operó y se dejó operar, y se encargó de presionar a ATN para que lo anunciara ganador.
Está claro que anunciar un ganador y que éste gane no es estrictamente lo mismo, pero para un medio es el límite entre la gloria y una posible caída. Aquí, Roman presiona para ser declarado ganador ya que hay más de diez mil votos perdidos en Milwaukee en un incendio aparentemente iniciado por el Menckenistas – no des ideas – y que podrían cambiarlo todo. Al decidir darle a Mencken el ganador allí, cuando los otros medios no lo hacen, con la subsiguiente victoria en Arizona, solo tiene que cruzar la línea de votantes. Shiv, quien claramente apoya al demócrata Jiménez, se rebela contra Román. Ella no quiere tener nada que ver con estar tan unida a él. Pero comete un gran error -ya verán cuál- y le cuesta muy caro.
En el medio está Kendall, dividida entre la necesidad comercial y sus ideas, miedos y crianza. Todo está unido para que Mencken se oponga a la adquisición de Waystar por parte de Mattson, y fuera de ese arreglo (cualquier parecido con la realidad no es una coincidencia, y no solo estadounidense), los hermanos se saldrían con la suya. Es: no vender. Pero Ken no es romano, y sabe que el nuevo presidente «potencial» es un peligro, lo que lo pone en un dilema ético. También sospecha que su gente exprimió a su familia (hija y exesposa), lo que directamente lo convierte en un traidor. Y al decidir apoyarlo, Ken sigue siendo en cierto modo el ejemplo de todos aquellos empresarios que apoyan a candidatos por conveniencia sabiendo que representan un peligro para su país. En este caso, para todos.

Pero los negocios son los negocios y Mencken interpreta a la familia. Y ahí aparecen los otros grandes protagonistas del episodio: Tom y Greg. El primero, del devastador encuentro con Shiv, descubre en medio de otra discusión con ella que va a ser padre e intenta demostrar su poder y control en medio del caos. ¿Molestia con su ex? hace que lleve a cabo los deseos de sus hermanos en contra de los suyos. Algo similar sucede con Greg. Se entera de los ruidosos escandinavos que Shiv está haciendo todo lo posible por ellos, y después de una serie de malentendidos que incluyen wasabi picante, una tensa confrontación con ella y un momento épico en el que parece tener los códigos nucleares en su manos, él «dado». también Shiv frente a Ken, dejándola fuera.
Sister Roy, cuyo poder sube y baja con el paso de los días, solo tiene la carta de Mattson (quien teme por el futuro de ATN y su posible inversión allí, ya que si se probara que estaban equivocados, todo se iría al carajo). tacho) y, si se desea, embarazo. ¿Será este su último gesto “político”? ¿Hará algo? Después de este episodio tenso, muy tenso (el mejor desde el tercero, el de la muerte quién ya sabe quién) vendrá el del entierro. Nuevo encuentro entre todos, nueva oportunidad de chispas internas y noticias políticas explosivas. Todavía todo puede cambiar. Incluso los fanáticos de Connor (los «Coneheads») pueden tener algo de esperanza. ¿Quién sabe? Tal vez sus votos de medio punto en un estado puedan cambiarlo todo…