Crítica de "Rapito", Marco Bellocchio y el drama de una familia judía bajo el yugo del Papa
Críticas de Películas

Crítica de "Rapito", Marco Bellocchio y el drama de una familia judía bajo el yugo del Papa

La trama nos transporta a Bolonia en 1858, específicamente al barrio judío, una versión moderna del gueto de antaño. La historia gira en torno a la familia judía Mortara, cuyo hogar es invadido por soldados del Papa Pío IX en busca del joven Edgardo, quien fue bautizado en secreto y sin el consentimiento de sus padres.

El director retrata magistralmente el clima de tensión y temor que rodea a esta familia, así como las consecuencias devastadoras del secuestro de Edgardo. La película se centra en el personaje de Edgardo, quien, convencido por otro niño, decide fingir devoción para asegurar su propia seguridad. Su actuación es tan convincente que eventualmente se convierte en sacerdote después de pasar por el seminario y de que los sacerdotes le hayan lavado el cerebro.

El suceso dramático del secuestro de Edgardo tuvo una repercusión significativa en la época, siendo ampliamente publicado en periódicos y generando debates tanto en Europa como en Estados Unidos. La indiferencia de la Inquisición, bajo la dirección directa del Papa Pío IX, hacia las solicitudes de la comunidad judía y de la prensa liberal, deja al descubierto una actitud preocupante por parte de la Iglesia Católica. El Papa, que se sentía personalmente responsable de estos casos de niños judíos secuestrados, exhibe un comportamiento autoritario y fanático, similar a ciertos grupos extremistas religiosos en la actualidad.

La película también hace hincapié en las técnicas de lavado de cerebro, falsa bondad, hipocresía y el miedo constante presentes en las escuelas donde Edgardo fue retenido. Es especialmente desgarrador recordar que Edgardo tenía solo seis años cuando fue secuestrado, lo que da origen a lo que hoy conocemos como el «síndrome de Estocolmo».

Además de presentar este hecho histórico, Rapito contextualiza la historia en la década de 1860, durante un período en el que Italia luchaba por unificarse. El Papa Pío IX, oponiéndose a la unificación de Italia, muestra su animosidad hacia figuras como Garibaldi, quien era visto como un enemigo. Bellocchio retrata la animadversión de los liberales hacia el Papa y la Inquisición, incluso llegando a mostrar la destrucción de un seminario mediante disparos de cañón. La muerte del Papa desencadena una escena tumultuosa en la que la multitud ataca el carruaje que transporta su cuerpo, expresando así su rechazo y enfado.

Rapito es una película que se basa en eventos históricos para reflexionar sobre temas contemporáneos. El fanatismo religioso, la intolerancia y el abuso de poder son elementos destacados que resuenan en la sociedad actual. La película logra captar la angustia y el sufrimiento de la familia Mortara, y a través de su narrativa,

Artículos Relacionados

Crítica de "La La Land: Una historia de amor", un golpe al corazón de Damien Chazelle

Editor

Crítica de "Precoz'", Valeria Lois y Tomás Wicz y una odisea entre la ternura y la locura en un mundo hostil

Editor

Crítica de "About dry grasses", Nuri Bilge Ceylan y un viaje solitario a través de las hierbas secas

Editor
Cargando....